Acabar con el monopmde pps, q han destruido la sep de poderes.
No seas tus cosas .. asi, cuando pierdas no te duele
Estamos aqui por u motivo
MARIO CONDE: 2 main problems today:
-nations , during the last 10 years have been increasing their debt [issue of bonds], to , artificially, pump up the GDP [producto interior bruto]…..but, finally, inflation is the consequence
-the banking system [private banks] is an oligopoly [near monopoly] >> the pple.freedom of contract (in customer-bank contracts. conlp), cannot be effected, as it presumes/requires the existence of free competition between banks…ow: consumers cannot easily switch or are forced to agree to USURARY BANKING CONTRACTS eg. mortgages,, car finance, etc….
cocoo: identify oligopolies >> challenge the validity of the customer-plc contract, as it was entered without freedom of contract
the above is IMMORAL, AND SHOULD BE ILEGAL, is that (private) banks, while only about 8% of their available funds are private…and the rest are from State, or from consumer deposits…..
cocoo: banks should have no discretion as to whom to lend. it should be obligatory to lend to the public in need. this is becos bank’s money of ‘of the public’. [3 types of money: private, public, and of the public]
however, there is NO CONTROL on banks’ right to discretion [as to who do they choose to finance or how do they discriminate among persons, on basis of unscrupulous credit agencies]. [ex: banks never decided to fund me….but they decide to fund others…to enrich them]. or they can choose to offer funds to someone at 5%, and to another at 12%…. BANKS make more money from the misery of the poor,,,banks withdraw funding from pymes en apuros, en vez de ayudarles overlending them, as they are easy to take legal action, evict, or charge usurary interests.eg revolving credit where consumer thinks 8s paying off the debt capita., but is only paying off interests….THIS banking DISCRETION, IS HOW BANKS VIOLATES EW + WPI, BECOS (PRIVATE) BANKS, DO HAVE A PUBLIC FUNCTION, AS THEY ARE MANAGING THE INDIVIDUAL FUNDS OF THE PEOPLE
Con las excusas del ML (money laundering etc)…the socialists are digitalising world economies, in their effort to know all about us…the time, place i ate etc…el dinero en metw,ico preserva nuestra LIBertAD….crypocurrencies are not part of the digit of economy, but is a fighter v. State and banking Corruption…..the best will be when facebook or x, will offer vbanking services,,not as financial intermediaries [between a lender and a borrower who donot know each other],,,,but simply as a platorm that allows lenders and borrowers to deal directly…thus, no more usuras etc
Eu ahora quiere el euro digital,es parte de la agenda 2030….para q seamos numeros controlados…y sin seguir el patron del oro….asi pueden crear todos los euros digitales quieran, sin limites…
Cryptocurrencies [ sus numeros estan limitados….la inflaccion no cabe] are rising, to preserve our freedom and as an alternative of inflation, as nations print ever more papeermoney without a correspondence with national assets….so money is wotrh less and people are fed up
C9mo puede un banco financiar irregularmente [dinero negro] a un pp …
eg: el director emite 100 creditos a 100 supuestas pe4sonas a 1m cada uno…. todo el dinero va al pp….y todos loas deudas son impagadas
Eg cuantos pps han sido ejecutados por no pagar sus deudas bancarias?? Ninguno…3l banco central obliga a los bancos a prov8sionar creditos de riesgo….pero hay formas de evitar tales provisiones: eg client gets other different credit too
la «inteligencia ortodoxa» aplicó un «principio de eficiencia» que consistía, substancialmente, en una «convergencia nominal con Europa», para lo cual diseñó un «modelo interior» construido sobre los dos pilares básicos del sofisma de la «peseta fuerte» y la «marginación de lo industrial». En el subsuelo de este esquema se encontraba la conversión
la decisión de intervenir Banesto fue un pacto de poder entre los líderes de los dos principales partidos políticos ante el miedo de un fantasmal gobierno de coalición nacional
<span;>el Banco de España controla la contabilidad de los bancos privados. Determina sus beneficios y sus pérdidas. Las auditorías no se atreven a contradecirlo. Así que el Banco de España puede colocar a una entidad financiera en una situación insostenible a nada que tenga un trozo de percha al que acogerse. Y también puede permitirle subsistir dilatando las provisiones, mirando un poco para otro lado. Y si hace esto último es a cambio de algo. Es así como una mala operación financiera se convierte en instrumento de trueque: el Banco de España admite las cuentas pero exige cambio de poder.
<span;>Es cierto que deseábamos un puesto en el Consejo de Administración del banco, porque habíamos invertido mucho dinero en su capital, y, dada la importancia de nuestro paquete de acciones, era bastante razonable que solicitáramos una cierta distinción, como la que atribuye una vicepresidencia. Pero eso era todo.
<span;>Pero esto nole gusto al sistema [ banco central et ], pues solo familias de banqueros, hasta entonces, habian podido ser prexidente de un banco
<span;>del enorme poder del Banco de España en un modelo como el nuestro en el que el sistema financiero es tremendamente poderoso. Por ello, el Banco de España es pieza básica de ese modelo de poder al que llamo el Sistema. Poco después de mi nominación como consejero y vicepresidente de Banesto, el Banco de Bilbao, en una operación que, como posteriormente se indicará, era una respuesta del Sistema, planteó una opa hostil sobre Banesto. Es evidente que entre uno y otro acontecimiento existió una relación de causa y efecto. El día de la publicación del intento de adquisición por parte del Banco de Bilbao
<span;>Lo curioso es cómo una sociedad española adormecida aceptaba sin rechistar que el Gobierno impulsara y protegiera a una entidad privada en perjuicio de otra igualmente privada
<span;>Vender mis acciones al Bilbao, ganar mucho dinero y dedicarse a otros menesteres, era fácil, y todavía más doblegarse a una voluntad política, por aquello de llevarse bien con el poder. Pero algo me obligaba a continuar adelante. ¿Qué algo? Difícil de explicar porque pedazos de mentalidad legionaria viven en el seno de ese misterioso «algo». Pero lo cierto es que acepté el encargo que me hizo el Consejo de Administración de Banesto de defender a la «casa» frente al Banco de Bilbao, lo que hice con éxito, puesto que la opa fracasó y Banesto pudo seguir siendo independiente
<span;>la legitimidad del poder recibido por vía democrática no excluye la posibilidad de que el ejercicio de ese poder sea autoritario.
<span;>En 1993 3l banco central intervino banesto pues era indep del Sistema
<span;>El sistema =
<span;>1/ poderes facticos
<span;>2 /monopolio ideologico ortodoxo: de como debe ser España : impuesto por el banco de esp..
<span;>ortodoxia es la opinión o creencia tenida por correcta y verdadera; en oposición a la heterodoxia, tenida por falsa
<span;>Dicho modelo se caracterizó por tres factores básicos: aplicación parcial de los esquemas del «mercado», olvido de la economía real en beneficio de la financiera y el sofisma básico de la «peseta fuerte», tras el que se esconde el intento de utilizar la política monetaria como instrumento único para combatir la inflación.
<span;>el verdadero poder radica en el Ministerio de Economía y Hacienda y en el Banco de España. La independencia de este último —aparte de una insensatez si se quiere llevar hasta sus últimas consecuencias— es, en muchas ocasiones, un puro eufemismo. Quien sea capaz de controlar estos dos organismos domina el aparato efectivo del poder económico en España. El Sistema lo consiguió y su dominio, al margen de titulares formales más o menos accidentales, sigue siendo efectivo.
<span;>un conjunto de técnicos, que en muchos casos no pertenecían a ningún partido político, eran capaces de producir «política», dado que sus ideas técnicas, por la potencia de su influencia sobre los líderes políticos, se convertían en ideas políticas que iban a ser aplicadas para el gobierno de la nación. Pero en una sociedad que ya no era tan cerrada, otros dos factores aparecían en escena: el poder económico privado y el poder mediático
<span;>el Sistema no solo dominaba las áreas político-económicas, sino que a través de la banca privada era capaz de controlar el llamado poder económico privado español. Tal poder, como luego demostraré, no existe y ello es así puesto que su control efectivo se localiza en el propio Sistema. Y sin poder económico privado es imposible el impulso de liberalización real de la sociedad española.
<span;>La dictadura produjo en nuestro país efectos muy perversos en distintos órdenes. Uno de ellos fue asimilar el pensamiento de derecha al modelo autárquico-dictatorial y otro, el proceso de esterilización de iniciativas provenientes de la sociedad civil……En aquel marco se produjo un fenómeno : el alineamiento de la inteligencia con el pensamiento de «izquierda». El referente «izquierda» en los años sesenta-setenta era lo suficientemente amplio y de contornos tan poco nítidos como para convertirse en amalgama de un conjunto de personas que apenas tenían un denominador común distinto de la lucha por la democracia.
<span;>mi extrañeza ante las alabanzas que recibía un sistema que generaba un sector público asfixiante y un mecanismo tributario casi confiscador que podía producir el efecto de esterilizar la capacidad creadora del individuo y de toda la sociedad civil
<span;>Con la victoria aplastante del psoe en 1982, Comenzó a instalarse en nuestro país la idea de que los pensamientos de ese conjunto de personas no es que fueran correctos o incorrectos, positivos o negativos, eficaces o ineficaces, sino que eran «ortodoxos». Se abandonaron las escalas valorativas habituales para refugiarse en un concepto esotérico, alejado de la realidad: su pensamiento es «ortodoxo».
<span;>frente al dogma construido sobre bases tan difusas como la ortodoxia solo cabía una sana intolerancia. Pero la sociedad española no parecía dispuesta a ejercerla. Le resultaba mucho más acorde con el modo de pensar colectivo aceptar la verdad oficial del dogma ortodoxo. Ese término se convertía de esa manera en un atributo casi mítico de la autoridad.
<span;>Los «ortodoxos» consiguieron cerrar la magnífica escuela que Pitágoras tenía en Samos con el pretexto de que sus herejías atentaban contra el Sistema. Los ortodoxos aplaudieron a Newton cuando descubrió la ley de la gravitación universal, pero nunca supieron que ese hombre recorría Europa en busca de la sustancia capaz de convertir todos los metales en oro. Los ortodoxos negaron durante siglos que fuera la Tierra la que girara alrededor del Sol, e incluso enviaron a la cárcel a Galileo por haber manifestado la «herejía» de la redondez del planeta. Los ortodoxos todavía no han destruido algunos de los mejores monumentos románicos porque, afortunadamente, ignoran la información que contiene la disposición de los edificios, el orden de las piedras y los gestos de las imágenes. Los ortodoxos siguen negando que el hombre es producto de la tierra. Por ello, las investigaciones en el campo de la ingeniería genética
<span;>Pero ignoran que toda «verdad oficial» ha sido siempre en sus comienzos una «herejía» y el empiricismo…
<span;>En el altar de la «eficiencia», como expresión plástica global de la «inteligencia ortodoxa», se han sacrificado muchas de las posibilidades reales de cimentar en los años pasados un auténtico crecimiento económico a largo plazo.
<span;>extrapolarla hasta el extremo de convertirla en un principio rector de la política de un país no es simplemente un error, sino que puede conducir a una situación muy difícil.
<span;>Nacimiento de eu:
<span;>Las diferencias estructurales de las distintas economías no se encuentran siempre sincronizadas con la precisión que sería de desear, de forma tal que la política monetaria en una parte de Europa puede ocurrir que no sea la misma que la que necesiten otros.
<span;>el resto de los países distintos a Alemania estaban soportando las consecuencias de la política de este país mediante el mantenimiento de valores altos de sus monedas. Este punto iba a ser expuesto con toda claridad en 1990 y 1991 en el mismo escenario.
<span;>El razonamiento parecía ser del siguiente tenor: integrémonos en Europa, logremos una moneda única, que las empresas se ajusten para alcanzar competitividad y que el mercado discipline el resultado final entre todos los países europeos. Frente a esta postura estaba, a mi juicio, la evidencia de que el mercado no siempre iba a garantizar la asignación más eficaz de los recursos dentro de la Comunidad o Unión Europea.
<span;>Hay dos casos,
<span;>- economías de escala o, si se prefiere, rendimientos crecientes como los que se observan en determinadas industrias (química, hierro y acero, petróleo y productos petrolíferos, entre otros). Hay un principio muy claro: si una determinada industria tiene rendimientos crecientes, en la que los costes unitarios son más reducidos a medida que es más elevada la escala de producción, su tendencia, como es lógico, es a concentrarse en una o pocas instalaciones. También es claro que si esas economías de escala son lo suficientemente grandes, poco importa dónde se localicen esas instalaciones. Por tanto, el mercado no distribuye la producción. Lo único que indica es que esta debe estar lo más concentrada posible. En consecuencia, para economías periféricas [españa], este principio puede provocar efectos irreversibles: la concentración de la producción podría efectuarse fuera de ellas, condenándolas a un proceso de desertización industrial muy profundo. Esta es la razón por la que se observa que algunos Estados y regiones ofrecen incentivos financieros o tributarios para conseguir que determinadas industrias se localicen en sus territorios. Pero si existe uniformidad a nivel de la Unión es muy difícil que esos incentivos subsistan.
<span;> El segundo ejemplo afecta a las inversiones en infraestructura, sobre todo en transporte. Es lógico que este tipo de inversiones se financien con fondos públicos, por lo que para emprenderlas tiene que existir «espacio presupuestario», es decir, que el presupuesto del sector público contenga las previsiones necesarias. Si todos los Estados de la Unión Europea tuvieran un tratamiento uniforme, se produciría el efecto de que solo los países más ricos tendrían el presupuesto suficiente para abordar tales inversiones, o, al menos, tendrían más presupuesto que los países más pobres, cuando es evidente que estos últimos tienen menor productividad y también lo es que las inversiones en infraestructuras de transporte afectan de modo directo a la productividad de la economía. Con ello se creaba un círculo vicioso de muy difícil solución. Se llegaría al absurdo de que Alemania tendría capacidad para construir nuevas autopistas cuando ya no le son imprescindibles, y España o Grecia no podrían cuando son estrictamente necesarias.
<span;> Dado que España podía sufrir las consecuencias derivadas de ambos «fallos del mercado» , me preocupaba
<span;>Pero, el sistema usa su p.de eficiencia con toda rotundidad.
<span;>de la misma manera que el mercado no soluciona todas las demandas de una sociedad, tampoco puede ser el instrumento adecuado para disciplinar los problemas derivados de la creación de espacios supranacionales. En alguna ocasión se dijo que España pasaría a ser una región europea. Lo que no se explicó era qué tipo de región, puesto que el abandonarnos a las puras fuerzas del mercado nos convertiría, casi con carácter irreversible, en una región periférica del modelo, con las consecuencias que ello tendría para las futuras generaciones en nuestro país. En estos años hemos asistido al cierre de empresas extranjeras en nuestro país. ¿No cree el lector que estos acontecimientos son ejemplos concretos de la tesis que sostengo?
<span;>En 1991 los datos de la economía española demostraban a todas luces el proceso de deterioro que había anunciado. Por ello, en el mismo escenario —Jornadas de Estepona—, el 7 de septiembre de 1991 pronuncié una conferencia en la que dije lo siguiente: En España hemos seguido una política monetaria restrictiva, la peseta es la moneda más fuerte del Sistema Monetario Europeo, pero no hemos sabido establecer una disciplina sobre el gasto público. Como ustedes pueden comprender, no es posible que mantengamos indefinidamente una tasa de inflación mayor que nuestros competidores y, a la vez, una posición estable y aun una notable revalorización de nuestra divisa. Eso, sencillamente, no es posible en el medio plazo; de manera que, o rebajamos nuestra inflación rápidamente, disciplinando el gasto público y flexibilizando el sector servicios, o algo tiene que suceder, porque el esquema actual es cadavez menos sostenible. Por tanto, vuelvo a decir hoy lo que dije hace un año: que el modelo actual de política económica no puede prolongarse más, porque no es sostenible a largo plazo y porque sus consecuencias sobre la economía en general y la industria y el sector exportador en particular son claramente evidentes.
<span;>La realidad acabó imponiéndose. Inglaterra e Italia tomaron la decisión de salirse del Sistema Monetario Europeo. Comenzó la tormenta monetaria y la estabilidad de las monedas europeas empezó a resquebrajarse. La peseta fue una de las más afectadas. Asistimos a tres devaluaciones en un corto período de tiempo, a pesar de la gran cantidad de nuestras reservas que fueron destinadas a evitarlas. La razón última de invertir reservas en una numantina defensa del valor de la peseta era, sencillamente, la
<span;>La realidad acabó imponiéndose. Inglaterra e Italia tomaron la decisión de salirse del Sistema Monetario Europeo. Comenzó la tormenta monetaria y la estabilidad de las monedas europeas empezó a resquebrajarse. La peseta fue una de las más afectadas. Asistimos a tres devaluaciones en un corto período de tiempo, a pesar de la gran cantidad de nuestras reservas que fueron destinadas a evitarlas. La razón última de invertir reservas en una numantina defensa del valor de la peseta era, sencillamente, la necesidad de defender el modelo teórico.
<span;>Curiosamente, en la última de las devaluaciones se hizo exactamente lo contrario: comenzar a bajar los tipos de interés. Primero se decía: «Una peseta fuerte es fundamental para nuestra economía y una devaluación es crear competitividad artificial». Cuando el mercado impuso la realidad, el razonamiento fue: «Hemos conseguido ajustar nuestra peseta a su valor real y, de esta manera, las empresas españolas ganan en competitividad». Ciertamente, a algunos nos producía rubor ver cómo se enviaban a la sociedad mensajes tan contradictorios
<span;>«Algo tendría que suceder», dije en 1991. Tres devaluaciones sucesivas, práctica ruptura del Sistema Monetario Europeo, incremento dramático de las cifras de paro, pérdida de competitividad, proceso de desertización industrial y algunas cosas más. Sucedió lo que tenía que suceder
<span;>En esa tentación de vivir por encima de nuestras posibilidades y no enfrentarnos a la dura realidad hemos caído en la economía española y, sin duda, esa política se ha visto favorecida por la internacionalización de los flujos de capital que ha hecho posible apelar con facilidad y comodidad a los recursos exteriores para financiar el déficit creciente de las Administraciones públicas. La capacidad de endeudamiento, por una parte, y, por otra, de demorar el pago de las obligaciones contraídas ha servido para prolongar una situación artificial durante unos años. El recurso a la venta de activos o al endeudamiento sistemático tiene, como es lógico, unos límites marcados por la existencia de bienes que puedan venderse y por la estimación que hagan los acreedores de la capacidad de atender el servicio de la deuda por los prestatarios; de manera que nuestra economía vive ahora bajo la vigilancia permanente de unos poseedores de activos que pueden modificar sus posiciones rápidamente y obligarnos, con sus decisiones, a afrontar los problemas que por un tiempo hemos ignorado.
<span;>los tipos de interés en España se sitúan, en 1994, en los niveles más bajos de su historia.
<span;>Otro de los aspectos básicos del modelo «interior» que preconizaba la «inteligencia ortodoxa» para conseguir esa convergencia nominal con Europa era la marginación de lo industrial. No parecía existir una verdadera preocupación por el desarrollo de una industria competitiva de base nacional.
<span;>El pensamiento oficial del Banco de España había llegado a la conclusión de que el modelo ideal a imitar, en cuanto a las funciones y estructura de balance de las entidades financieras, era el anglosajón, que propugna un completo alejamiento de la banca con respecto a toda actividad industrial.
<span;>en España no existían suficientes capitales al margen de los bancos para soportar un proceso de transformación tendente a crear un tejido industrial competitivo y de base accionarial española. Por ello, en lugar de penalizar a los bancos que asumían participaciones en empresas industriales, hubiera sido políticamente más lógico crear un mecanismo de estímulo hacia la colaboración de las entidades financieras en el proceso de reestructuración de la industria española.
<span;>España es un país sin capitales suficientes para reconducir el proceso de industrialización y, al mismo tiempo, no puede quedar convertida en una pura sociedad de servicios. Esto supuesto, es necesario contar con la banca para que de manera apropiada y sensata participe en el proyecto, salvo, claro está, que se hubiera llegado a la conclusión de que el proceso de desertización industrial era ya inevitable.
<span;>Durante estos años la mayor obsesión de los responsables del Banco de España en relación con Banesto era la venta de las empresas industriales….a extranjeros, pues ningun espanol tenia capital pada comprarlas
<span;>el caso Banesto puede convertirse en el entierro definitivo de un modo de entender el proceso de colaboración de la banca con el desarrollo industrial de un país. Como luego explicaré, Banesto ha sido adjudicado al Banco de Santander. ….En todo caso, me queda una esperanza: los ciclos históricos se agotan y es posible que algún día se enfoque el papel de la banca como coadyuvante al proceso de crecimiento económico de una nación.
<span;>————
<span;> EL GRAN ERROR: CONFUNDIR PROGRESO TÉCNICO CON PROGRESO SOCIAL
<span;>Si alguien quiere diseñar un modelo de mercado, debe aplicarlo hasta sus últimas consecuencias, sin perjuicio, como inmediatamente explicaré, de los correspondientes mecanismos correctores. Lo que no se puede hacer es aplicarlo a medias y, además, interferir desde el Estado en su funcionamiento. Eso es exactamente lo que ha ocurrido en España. Por un lado, la política presupuestaria, con los altos déficits estatales y de las Administraciones públicas, provocaba que la política monetaria fijara altos tipos de interés, con lo que se causaba una revaluación artificial de la peseta. Por tanto, en este primer aspecto el Estado estaba distorsionando el funcionamiento del mercado en perjuicio, obviamente, del tejido industrial español.
<span;>Pero, además, otro mercado capital, el de trabajo, seguía estando sometido a leyes dimanadas de la dictadura. De esta manera, los empresarios, que sufrían las consecuencias de la «peseta fuerte» y su correlativo nivel de tipos de interés, no podían adaptarse a las circunstancias mediante el ajuste de plantillas. Por tanto, teníamos un mercado artificial de los tipos de interés y de la peseta y otro, igualmente artificial, del precio de la mano de obra
<span;>confundir progreso técnico con progreso social es el error que permite la politización del principio de eficiencia, una de cuyas manifestaciones sustanciales es la exaltación patológica del mercado. Mis viejas convicciones liberales me permiten afirmar dos cosas: primero, que el mercado no es perfecto; segundo, y más importante, que entre progreso técnico y progreso social no existe una relación
<span;>El pensamiento doctrinario liberal sostiene que si existiera un marco legal que obligara a todos, incluido el Estado, y, dentro de él, cada agente económico persiguiese sus propios fines individuales, el «mercado» garantizaría por sí solo un desarrollo económico armónico y satisfactorio….pero la sociedad aun no a progresado tanto para q la mano invisible del libre mercado fu cione bien.
<span;>Es claro que el mercado no puede proveer de determinados bienes públicos que son imprescindibles para que tenga sentido la idea del Estado y el concepto de civilización: la defensa, la justicia, el ordenamiento tributario, las infraestructuras… Tampoco parece realista esperar que las actuaciones puramente individuales puedan dar respuesta adecuada a los problemas de la degradación del medio ambiente o a la congestión de las grandes urbes
<span;>una asignación eficiente de los recursos puede coexistir con una distribución muy desigual de la renta y ser percibida por la sociedad como injusta. Cuando esto es así, el mecanismo del mercado puede crear tensiones sociales y políticas difícilmente soportables a largo plazo….portanto la eficiencia economica no puede ser el unico objetivo de una sociedad.
<span;>es claro que el principio de eficiencia empresarial reclama en muchos sectores empresariales españoles la reducción del coste laboral, que es tanto como decir reducción de la plantilla, puesto que el ajuste a la baja de los salarios es solo creíble a través de su mantenimiento nominal y erosión por vía de inflación. Una política de este tipo es eficiente empresarialmente hablando. Se tratará de un problema de costes: cantidades invertidas en la reducción de plantilla, versus capacidad empresarial de subsistir por mayor eficiencia futura
<span;>….aunque en un sistema socialista, la destruccion del empleo es total
<span;>es la inexistencia de una clase empresarial fuerte, capaz de poner en marcha proyectos empresariales rentables en un entorno competitivo, la que lleva al impulso del Estado, a la intervención del Estado como motor de la economía, y esta idea puede justificar la aparición de las dictaduras, puesto que, medida en términos de eficiencia, en un plano estrictamente tecnocrático, un modelo dictatorial puede resultar más «eficiente» para impulsar el desarrollo de un país, para estimular a sus empresarios, dado que se asume como punto departida q los empresarios necesitan ayuda
<span;>En España o no existió o fracasó la revolución industrial según el modelo anglosajón y este fracaso fue el que determinó el que el Estado centralista y dictatorial asumiera el papel histórico que la burguesía no quiso o no supo asumir. Por eso en España siempre se ha hablado de revolución desde arriba. Es importante constatar que nuestro país ha necesitado el trauma de dos dictaduras para producir los cambios sociales, económicos y políticos de mayor envergadura para España en este siglo XX. Existe actualmente el debate entre los historiadores acerca de si el proceso de transformación española hubiera podido llevarse a cabo sin estas dictaduras. Me parece una discusión altamente interesante porque nos permitiría volver a la idea matriz: con una clase empresarial débil, cuando no surgen suficientes iniciativas en el seno de la sociedad, se genera el caldo de cultivo propenso a la aparición de filosofías intervencionistas.
<span;>La inversión extranjera ha sido masiva en España y, además, fundamental para financiar el déficit público. Pero además de esa función de cobertura del déficit, la inversión extranjera ha jugado un papel ciertamente importante: suplir la escasez de proyectos empresariales rentables en nuestro país.
<span;>Componer una música de la calidad de las sinfonías de Mozart es mucho más difícil que provocar el ruido de una taladradora de adoquines. Sin embargo, si las hacemos sonar al mismo tiempo, el ruido de la máquina apagará la mejor de las melodías. Por ello, me parecía importante que el éxito profesional empezara a valorarse positivamente, aunque tenemos que ser conscientes de que, en estos momentos, coinciden y conviven en nuestro país dos culturas diferenciadas: la tradición autoritaria, contemplativa, estática, propia de algunas clases dominantes, y la renovación cultural que se aprecia, sobre todo, en sectores cuantitativamente importantes de la juventud española. Los primeros siguen encasillados en la defensa de estos valores que, en el fondo, no parecen ser más que un mecanismo para preservar sus propias posiciones. Los segundos comienzan a valorar y admirar el éxito derivado del esfuerzo personal
<span;>La posición de debilidad económica puede traducirse en un intento de búsqueda de la «seguridad» que proporciona el concepto clásico de Estado del Bienestar, de forma tal que era bastante lógico que entre las clases más desfavorecidas esa búsqueda de seguridad primara sobre la valoración del esfuerzo individual que implica una asunción de riesgo. Ese es el caldo de cultivo en el que han fermentado los postulados políticos de la extrema izquierda clásica.
<span;>Keynes lo expresó con toda claridad: Convertir al hombre de negocios en un especulador es asestar un golpe de gracia al capitalismo, porque destruye el equilibrio psicológico que permite la perpetuación de recompensas desiguales. Es interesante esta mención de Keynes al «equilibrio psicológico». Aunque la desigualdad es una constante de la naturaleza y, casi siempre, el fruto de una diferente aptitud de los individuos, lo cierto es que, incluso en un sistema que permita sustancialmente la igualdad de oportunidades, sigue siendo necesario un expediente que permita la justificación de la desigualdad. Quizá por ello, Keynes habla de ese necesario «equilibrio psicológico» que es, en gran medida, la premisa que permite a un sujeto aceptar que otros tengan más éxito o más bienes que él.
<span;>La escasa dimensión del mercado de capitales español hace que la banca siga siendo el principal suministrador de fondos ajenos para las empresas industriales en España. Esto proporciona una capacidad de influencia muy notable, puesto que en ocasiones la viabilidad de un proyecto empresarial nuevo o la subsistencia de alguno en marcha depende de la actitud que la banca adopte respecto a la financiación del sector industrial. Es posible que el incremento de la competencia derivada de la eliminación de trabas a la actuación de competidores extranjeros pueda variar esta situación. Podrá hacerlo en cuanto a las grandes empresas se refiere, pero no en lo que concierne a las pequeñas y medianas, respecto de las cuales las barreras no legales a la competencia bancaria siguen siendo muy poderosas.
<span;>conclusión evidente: no es posible construir un poder económico privado español si desde la banca privada española no se decide colaborar en el proyecto. Por el contrario, si alguien ostenta el dominio efectivo en el proceso de toma de decisión de la banca española, habrá controlado los resortes de ese hipotético poder económico privado. Y esto último es exactamente lo que ha ocurrido en España. El presidente del BBV, Emilio Ybarra, fue nombrado como consecuencia de un laudo dictado por Mariano Rubio [director del banco de espana], quien, además, exigió el nombramiento de una serie de personas —todas ellas altamente respetables— como miembros del Consejo de Administración de ese banco. Puede parecer insólito para un modelo de empresa «privada», pero es así.
<span;>a través del Banco de España se ha producido una cierta nacionalización de la gestión de los bancos españoles. La frase anteriormente transcrita, proveniente de un presidente de uno de los grandes bancos españoles, en el sentido de que el Banco de España no sugiere sino que manda….lo digo yo [el único presidente no nombrado directamente por el Banco de España]….la desaparicion de Banesto era por ella necesaria, pues era un símbolo que pudiera convertirse en una grieta que afectara a todo el modelo de control del Sistema.
<span;>Ciertamente la banca es una empresa privada, pero la especialidad de incardinarse en el sistema de pagos y recibir el ahorro de millones de personas reclama una tutela especial por parte del Banco de España. En páginas anteriores hemos razonado acerca del alcance y finalidad última de esa «tutela especial».
<span;>eg. la hostilidad profunda con la que El País recibió el intento de Banesto de defenderse de la opa hostil del Banco de Bilbao.. consecuencia lógica de las relaciones personales entre el Banco de Bilbao y el Grupo Prisa,
<span;>la llegada de los canales privados de tv ]el llamado «canal de pago» ]: fueron adjudicados de antemano al Grupo Prisa. Los otros dos canales tenían tres oferentes: Telecinco, de la mano de Berlusconi, a quien se le atribuían buenas relaciones con el Gobierno socialista español, precisamente por sus conexiones con el Partido Socialista Italiano; Antena 3, de la mano del editor de La Vanguardia, y el proyecto liderado por Antonio Asensio, editor del Grupo Zeta.
<span;>Canal Plus, del Grupo Prisa, tuvo entre sus aliados al grupo Santander y al Bilbao Vizcaya, además de la familia March y otros. Antonio Asensio contó para su proyecto con el apoyo de Banesto y del BCH, en aquellos momentos en conversaciones de fusión.
<span;>muchas de las empresas que frívolamente se calificaban como «joyas de la corona» eran en realidad negocios que necesitaban de una reestructuración profunda, puesto que de otra manera no resistirían la nueva situación creada a raíz del Mercado Único y la internacionalización del comercio mundial. Un caso absolutamente paradigmático era Petromed. Una refinería sin distribución ni explotación. Es decir, un negocio cuyo valor era solo su cuota parte en el monopolio de Campsa, que le proporcionaba un derecho a ser distribuidor en el mercado español. Por tanto, un negocio destinado a ser vendido a una multinacional que dispusiera de los recursos necesarios. La otra opción era, sencillamente, desaparecer.
<span;>el Grupo Prisa se había estructurado ya como un auténtico holding multimedia, con estructura de capital y de gestión unificada para los distintos medios: televisión, prensa y radio.
<span;>la estructura del sector en España hacía lógica la predicción de una tendencia a la concentración. Ello reclamaba dos cosas: primero, capitales necesarios para abordarla, puesto que las inversiones son y van a seguir siendo significativas, y segundo, aprovechar al máximo las economías de escala que pueden producirse en los elementos comunes a distintos medios de comunicación. Una cierta tendencia hacia la concentración era, por tanto, inevitable.
<span;>Las noticias que los medios de comunicación social transmiten a diario afectan al valor de las acciones, a las expectativas de recogida de capital de los mercados para financiar proyectos, a la credibilidad de las instituciones y a muchos otros aspectos más que siempre tienen, de manera directa o indirecta, una capacidad de ser traducidos en términos financieros o económicos.
<span;>estos son los «intangibles» en la inversión en medios de comunicación. osea, la capacidad de transmitir mejor los mensajes que interesaran a una empresa/Sistema
<span;>algunos llegaron a decir que la toma de participación en medios creaba una competencia desleal porque los restantes medios tenían que luchar en el mercado con el dinero de sus accionistas y los participados por la banca disponían de los recursos del banco correspondiente. Parece obvio que aceptar este argumento es tanto como negar a la banca la condición de accionista y presumir que los fondos que la banca invierte tienen menos valor que los que invierte otra persona singular o jurídica. Otra cosa distinta es que los nuevos proyectos o incluso la subsistencia en el mercado reclamen mayor utilización de capital y que la estructura accionarial de algunos medios no permita disponer de tales fondos. Este es otro asunto. Pero no solo no es una razón para que la banca no penetre en los medios de comunicación, sino precisamente el motivo que en alguna medida legitima su presencia. Lo que sí es cierto es que la presencia de Banesto [que invirtio en algunos medios de comunicacion], rompía un cierto statu quo en el sector. Eso es indudable. Pero no por ello negativo, ni para el sector, ni para la independencia de los medios, ni se trataba de ningún mecanismo creador de competencia desleal.
<span;>No me parece democrático deslegitimar a un medio porque apoye o ataque una determinada opción política, siempre que ese ataque tenga el límite de la verdad, en cuanto a hechos se refiere, porque en la opinión nadie tiene —no debería tener— el monopolio de la verdad.
<span;>el gob, con el falso argumento de la independencia de los Medios, solo trataba mantener el statu quo…..esto es por lo que fracaso mi primer intento de crear un grupo multimedia con el editor de La Vanguardia, debido a presiones del Sistema.
<span;>Algún día existirá una legislación que acelere los procesos civiles y que permita la imposición de sanciones económicas de envergadura real a quienes faltan a la verdad. Posiblemente sea la mejor de las soluciones. Es difícil, muy difícil, convivir con la crítica, sobre todo cuando se es consciente de los niveles de manipulación y de las razones que la justifican. Pero es más difícil todavía vivir sin libertad de expresión.
<span;>el diario El País y el Grupo Prisa en su conjunto forman la parte más visible del Sistema en los medios de comunicación
<span;>el Sistema no garantiza la estabilidad institucional de un país. Al contrario: la perjudica. El excesivo poder del Sistema es la razón última de la inestabilidad que afecta a instituciones básicas de España. Ese es el auténtico problema.
<span;>exaltación de la economía de mercado estaba creando un profundo abismo del que más tarde o más temprano todos íbamos a ser tributarios. La desaparición del comunismo como modelo alternativo al capitalismo no suponía, por sí sola, el triunfo de un sistema que todavía era capaz de convivir con capas de marginación muy importantes. El fracaso de una opción no implica, necesariamente, el triunfo de la opuesta….que fue monopolizada por el Sistema, asi esterilizando a la Sociedad Civil….. conviertiendose en principio y fin de todas las cosas, en un esquema de retroalimentación que crea un mecanismo de autolegitimación con pretensiones de eternidad. Ese planteamiento repugna mis convicciones más profundas sobre el Estado, la sociedad, la libertad, la iniciativa, la creatividad; en síntesis, sobre el papel del hombre en la sociedad.
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<span;>LA OPA A BANESTO
<span;>La opa hostil a banesto se interpretó por la opinión pública, a pesar de los enormes esfuerzos desplegados en dirección contraria, como una respuesta política, y no como como dijeron, para conseguir ventajas competitivas.
<span;>Lo importante es darse cuenta de que el cálculo de probabilidad formulado por el Banco de España se convierte en certeza a los efectos de describir la situación de una determinada institución financiera. Si posteriormente las estimaciones realizadas resultan incorrectas y los créditos declarados a priori incobrables consiguen realizarse en todo o en parte, el efecto producido será más beneficios de los presupuestados, pero eso es todo. Por tanto, basta con acentuar las probabilidades de que una determinada cartera de créditos no vaya a cobrarse en todo o en parte para describir una situación de desajuste patrimonial tan intensa como se quiera. Idéntica naturaleza tienen los apartados referidos al valor de empresas industriales. Es legalmente admisible en nuestro país que los funcionarios del Banco de España puedan formular estimaciones acerca de cuál es el verdadero valor de una empresa o cuál será en el futuro. Ello no tendría más trascendencia si no fuera por el hecho de que esas predicciones o estimaciones se convierten de nuevo en un instrumento para determinar la «verdadera situación patrimonial» de la institución financiera afectada. El principio del subjetivismo [EN LA LEGISLACION/REG BANCARIA ESP], no puede ser más contundente.
<span;> Por ello resulta inútil entrar en el análisis de cifras.
<span;>los funcionarios del Banco de España pueden colocar a una institución financiera en situación de déficit patrimonial solo con estimaciones, opiniones, criterios y predicciones en donde el valor de lo objetivo no es un dato necesario. Posteriormente comprobaremos el alcance y valor de «los comentarios y manifestaciones de criterio» de la Inspección del Banco de España.
<span;>auditorías externas [LOS CINCO GRANDES] NO SON un límite a esta subjetividad. La opinión del Banco de España es siempre decisiva para las empresas auditoras que operan en España. No solo porque, como decía, la norma legal consagra que la verdad contable es la opinión del Banco de España, sino porque, además, si se trata de acentuar la «prudencia» en el análisis patrimonial de una entidad, el auditor siempre se sentirá más confortable cuanto mayor sea esa «prudencia», y si resulta que su origen es el propio Banco de España, tanto mejor.
<span;>la intervención de Banesto se justifica sobre la base de que el banco había perdido su capital y reservas, que es equivalente a sostener que el valor real de la entidad era igual a cero…..PERO…..<span;>después de la compra efectuada por el Banco de Santander, el mercado valora cada acción de Banesto en 1200 pesetas, lo que significa atribuir al banco un valor total cercano a los 800 000 millones de pesetas… Como vemos, las «estimaciones» del Banco de España pueden ser ciertamente equivocadas.
<span;>Banesto, y más concretamente su presidente, había pasado desde la posición de independencia respecto del Sistema a la pura y dura enemistad política. Los motivos del tránsito eran dos: el escándalo Ibercorp y la decisión de Banesto de invertir en medios de comunicación social.
<span;>Lo cierto es que el mismo día en que iba a comunicar oficialmente nuestra respuesta negativa sobre la posible compra del banco Ibercorp, el diario El Mundo desató el escándalo acerca de determinadas operaciones bursátiles efectuadas por el gobernador. No solo es cierto que no tuvimos nada que ver con ese asunto, sino que incluso traté de ayudar al gobernador en lo posible
<span;>una llamada urgente de Mariano Rubio me hizo presentarme en su casa. El tema era claro: Mariano entendía que era necesario que alguien comprara Ibercorp para evitar lo que él calificaba de «tremendas consecuencias políticas» que se derivarían del hecho de que el asunto no se arreglara. Por ello me presionó para que Banesto fuera el comprador, indicándome que en ningún caso perdería dinero y que era algo muy importante para él. Yo tenía clarísimo que Banesto no podía mezclarse en esta historia y, mucho menos, comprar Ibercorp, pero no le quise responder en ese momento. Me entregó un informe de la Inspección que, evidentemente, no es nada favorable, por la serie de irregularidades que E. P.DE LA propiedad publ. de los medios de produccion.
Hoy, por el contrario, lo contrario ocurre: el Pueblo necesita, y asi demanda, que el propietario sea mantenido, aun sabiendo que el propietario se apropria de la plusvalia [yo creo que legitimamente, pues es el incentivo para el propietario]. incluso el Pueblo esta dispuesto a que el propietario se lleve aun mas plusvalia…eg los trabajadores, con tal de mantener su trabajo, estan incluso dispuesto a que se reduzcan sus salarios y horas de trabajo.
ya no hay clases sociales rigidas/cerradas …..porque hoy el poder lo ejerce una nueva clase social: los politicos.
La Sociedad Civil, es el grado de autoresponsabilidad y de autogobierno del Pueblo…..Hoy no hay Sociedad Civil, porque la clase politica , habiendo monopolizado el poder, impide su existencia….eg: los politicos acusandome de querer dedicarme a la politica…osea, ellos consideran que su profesion es tan negativa que merece acusacion
la «inteligencia ortodoxa» aplicó un «principio de eficiencia» que consistía, substancialmente, en una «convergencia nominal con Europa», para lo cual diseñó un «modelo interior» construido sobre los dos pilares básicos del sofisma de la «peseta fuerte» y la «marginación de lo industrial». En el subsuelo de este esquema se encontraba la conversión
la decisión de intervenir Banesto fue un pacto de poder entre los líderes de los dos principales partidos políticos ante el miedo de un fantasmal gobierno de coalición nacional
el Banco de España controla la contabilidad de los bancos privados. Determina sus beneficios y sus pérdidas. Las auditorías no se atreven a contradecirlo. Así que el Banco de España puede colocar a una entidad financiera en una situación insostenible a nada que tenga un trozo de percha al que acogerse. Y también puede permitirle subsistir dilatando las provisiones, mirando un poco para otro lado. Y si hace esto último es a cambio de algo. Es así como una mala operación financiera se convierte en instrumento de trueque: el Banco de España admite las cuentas pero exige cambio de poder.
Es cierto que deseábamos un puesto en el Consejo de Administración del banco, porque habíamos invertido mucho dinero en su capital, y, dada la importancia de nuestro paquete de acciones, era bastante razonable que solicitáramos una cierta distinción, como la que atribuye una vicepresidencia. Pero eso era todo.
Pero esto nole gusto al sistema [ banco central et ], pues solo familias de banqueros, hasta entonces, habian podido ser prexidente de un banco
del enorme poder del Banco de España en un modelo como el nuestro en el que el sistema financiero es tremendamente poderoso. Por ello, el Banco de España es pieza básica de ese modelo de poder al que llamo el Sistema. Poco después de mi nominación como consejero y vicepresidente de Banesto, el Banco de Bilbao, en una operación que, como posteriormente se indicará, era una respuesta del Sistema, planteó una opa hostil sobre Banesto. Es evidente que entre uno y otro acontecimiento existió una relación de causa y efecto. El día de la publicación del intento de adquisición por parte del Banco de Bilbao
Lo curioso es cómo una sociedad española adormecida aceptaba sin rechistar que el Gobierno impulsara y protegiera a una entidad privada en perjuicio de otra igualmente privada
Vender mis acciones al Bilbao, ganar mucho dinero y dedicarse a otros menesteres, era fácil, y todavía más doblegarse a una voluntad política, por aquello de llevarse bien con el poder. Pero algo me obligaba a continuar adelante. ¿Qué algo? Difícil de explicar porque pedazos de mentalidad legionaria viven en el seno de ese misterioso «algo». Pero lo cierto es que acepté el encargo que me hizo el Consejo de Administración de Banesto de defender a la «casa» frente al Banco de Bilbao, lo que hice con éxito, puesto que la opa fracasó y Banesto pudo seguir siendo independiente
la legitimidad del poder recibido por vía democrática no excluye la posibilidad de que el ejercicio de ese poder sea autoritario.
En 1993 3l banco central intervino banesto pues era indep del Sistema
El sistema =
1/ poderes facticos
2 /monopolio ideologico ortodoxo: de como debe ser España : impuesto por el banco de esp..
ortodoxia es la opinión o creencia tenida por correcta y verdadera; en oposición a la heterodoxia, tenida por falsa
Dicho modelo se caracterizó por tres factores básicos: aplicación parcial de los esquemas del «mercado», olvido de la economía real en beneficio de la financiera y el sofisma básico de la «peseta fuerte», tras el que se esconde el intento de utilizar la política monetaria como instrumento único para combatir la inflación.
el verdadero poder radica en el Ministerio de Economía y Hacienda y en el Banco de España. La independencia de este último —aparte de una insensatez si se quiere llevar hasta sus últimas consecuencias— es, en muchas ocasiones, un puro eufemismo. Quien sea capaz de controlar estos dos organismos domina el aparato efectivo del poder económico en España. El Sistema lo consiguió y su dominio, al margen de titulares formales más o menos accidentales, sigue siendo efectivo.
un conjunto de técnicos, que en muchos casos no pertenecían a ningún partido político, eran capaces de producir «política», dado que sus ideas técnicas, por la potencia de su influencia sobre los líderes políticos, se convertían en ideas políticas que iban a ser aplicadas para el gobierno de la nación. Pero en una sociedad que ya no era tan cerrada, otros dos factores aparecían en escena: el poder económico privado y el poder mediático
el Sistema no solo dominaba las áreas político-económicas, sino que a través de la banca privada era capaz de controlar el llamado poder económico privado español. Tal poder, como luego demostraré, no existe y ello es así puesto que su control efectivo se localiza en el propio Sistema. Y sin poder económico privado es imposible el impulso de liberalización real de la sociedad española.
La dictadura produjo en nuestro país efectos muy perversos en distintos órdenes. Uno de ellos fue asimilar el pensamiento de derecha al modelo autárquico-dictatorial y otro, el proceso de esterilización de iniciativas provenientes de la sociedad civil……En aquel marco se produjo un fenómeno : el alineamiento de la inteligencia con el pensamiento de «izquierda». El referente «izquierda» en los años sesenta-setenta era lo suficientemente amplio y de contornos tan poco nítidos como para convertirse en amalgama de un conjunto de personas que apenas tenían un denominador común distinto de la lucha por la democracia.
mi extrañeza ante las alabanzas que recibía un sistema que generaba un sector público asfixiante y un mecanismo tributario casi confiscador que podía producir el efecto de esterilizar la capacidad creadora del individuo y de toda la sociedad civil
Con la victoria aplastante del psoe en 1982, Comenzó a instalarse en nuestro país la idea de que los pensamientos de ese conjunto de personas no es que fueran correctos o incorrectos, positivos o negativos, eficaces o ineficaces, sino que eran «ortodoxos». Se abandonaron las escalas valorativas habituales para refugiarse en un concepto esotérico, alejado de la realidad: su pensamiento es «ortodoxo».
frente al dogma construido sobre bases tan difusas como la ortodoxia solo cabía una sana intolerancia. Pero la sociedad española no parecía dispuesta a ejercerla. Le resultaba mucho más acorde con el modo de pensar colectivo aceptar la verdad oficial del dogma ortodoxo. Ese término se convertía de esa manera en un atributo casi mítico de la autoridad.
Los «ortodoxos» consiguieron cerrar la magnífica escuela que Pitágoras tenía en Samos con el pretexto de que sus herejías atentaban contra el Sistema. Los ortodoxos aplaudieron a Newton cuando descubrió la ley de la gravitación universal, pero nunca supieron que ese hombre recorría Europa en busca de la sustancia capaz de convertir todos los metales en oro. Los ortodoxos negaron durante siglos que fuera la Tierra la que girara alrededor del Sol, e incluso enviaron a la cárcel a Galileo por haber manifestado la «herejía» de la redondez del planeta. Los ortodoxos todavía no han destruido algunos de los mejores monumentos románicos porque, afortunadamente, ignoran la información que contiene la disposición de los edificios, el orden de las piedras y los gestos de las imágenes. Los ortodoxos siguen negando que el hombre es producto de la tierra. Por ello, las investigaciones en el campo de la ingeniería genética
Pero ignoran que toda «verdad oficial» ha sido siempre en sus comienzos una «herejía» y el empiricismo…
En el altar de la «eficiencia», como expresión plástica global de la «inteligencia ortodoxa», se han sacrificado muchas de las posibilidades reales de cimentar en los años pasados un auténtico crecimiento económico a largo plazo.
extrapolarla hasta el extremo de convertirla en un principio rector de la política de un país no es simplemente un error, sino que puede conducir a una situación muy difícil.
Nacimiento de eu:
Las diferencias estructurales de las distintas economías no se encuentran siempre sincronizadas con la precisión que sería de desear, de forma tal que la política monetaria en una parte de Europa puede ocurrir que no sea la misma que la que necesiten otros.
el resto de los países distintos a Alemania estaban soportando las consecuencias de la política de este país mediante el mantenimiento de valores altos de sus monedas. Este punto iba a ser expuesto con toda claridad en 1990 y 1991 en el mismo escenario.
El razonamiento parecía ser del siguiente tenor: integrémonos en Europa, logremos una moneda única, que las empresas se ajusten para alcanzar competitividad y que el mercado discipline el resultado final entre todos los países europeos. Frente a esta postura estaba, a mi juicio, la evidencia de que el mercado no siempre iba a garantizar la asignación más eficaz de los recursos dentro de la Comunidad o Unión Europea.
Hay dos casos,
– economías de escala o, si se prefiere, rendimientos crecientes como los que se observan en determinadas industrias (química, hierro y acero, petróleo y productos petrolíferos, entre otros). Hay un principio muy claro: si una determinada industria tiene rendimientos crecientes, en la que los costes unitarios son más reducidos a medida que es más elevada la escala de producción, su tendencia, como es lógico, es a concentrarse en una o pocas instalaciones. También es claro que si esas economías de escala son lo suficientemente grandes, poco importa dónde se localicen esas instalaciones. Por tanto, el mercado no distribuye la producción. Lo único que indica es que esta debe estar lo más concentrada posible. En consecuencia, para economías periféricas [españa], este principio puede provocar efectos irreversibles: la concentración de la producción podría efectuarse fuera de ellas, condenándolas a un proceso de desertización industrial muy profundo. Esta es la razón por la que se observa que algunos Estados y regiones ofrecen incentivos financieros o tributarios para conseguir que determinadas industrias se localicen en sus territorios. Pero si existe uniformidad a nivel de la Unión es muy difícil que esos incentivos subsistan.
El segundo ejemplo afecta a las inversiones en infraestructura, sobre todo en transporte. Es lógico que este tipo de inversiones se financien con fondos públicos, por lo que para emprenderlas tiene que existir «espacio presupuestario», es decir, que el presupuesto del sector público contenga las previsiones necesarias. Si todos los Estados de la Unión Europea tuvieran un tratamiento uniforme, se produciría el efecto de que solo los países más ricos tendrían el presupuesto suficiente para abordar tales inversiones, o, al menos, tendrían más presupuesto que los países más pobres, cuando es evidente que estos últimos tienen menor productividad y también lo es que las inversiones en infraestructuras de transporte afectan de modo directo a la productividad de la economía. Con ello se creaba un círculo vicioso de muy difícil solución. Se llegaría al absurdo de que Alemania tendría capacidad para construir nuevas autopistas cuando ya no le son imprescindibles, y España o Grecia no podrían cuando son estrictamente necesarias.
Dado que España podía sufrir las consecuencias derivadas de ambos «fallos del mercado» , me preocupaba
Pero, el sistema usa su p.de eficiencia con toda rotundidad.
de la misma manera que el mercado no soluciona todas las demandas de una sociedad, tampoco puede ser el instrumento adecuado para disciplinar los problemas derivados de la creación de espacios supranacionales. En alguna ocasión se dijo que España pasaría a ser una región europea. Lo que no se explicó era qué tipo de región, puesto que el abandonarnos a las puras fuerzas del mercado nos convertiría, casi con carácter irreversible, en una región periférica del modelo, con las consecuencias que ello tendría para las futuras generaciones en nuestro país. En estos años hemos asistido al cierre de empresas extranjeras en nuestro país. ¿No cree el lector que estos acontecimientos son ejemplos concretos de la tesis que sostengo?
En 1991 los datos de la economía española demostraban a todas luces el proceso de deterioro que había anunciado. Por ello, en el mismo escenario —Jornadas de Estepona—, el 7 de septiembre de 1991 pronuncié una conferencia en la que dije lo siguiente: En España hemos seguido una política monetaria restrictiva, la peseta es la moneda más fuerte del Sistema Monetario Europeo, pero no hemos sabido establecer una disciplina sobre el gasto público. Como ustedes pueden comprender, no es posible que mantengamos indefinidamente una tasa de inflación mayor que nuestros competidores y, a la vez, una posición estable y aun una notable revalorización de nuestra divisa. Eso, sencillamente, no es posible en el medio plazo; de manera que, o rebajamos nuestra inflación rápidamente, disciplinando el gasto público y flexibilizando el sector servicios, o algo tiene que suceder, porque el esquema actual es cadavez menos sostenible. Por tanto, vuelvo a decir hoy lo que dije hace un año: que el modelo actual de política económica no puede prolongarse más, porque no es sostenible a largo plazo y porque sus consecuencias sobre la economía en general y la industria y el sector exportador en particular son claramente evidentes.
La realidad acabó imponiéndose. Inglaterra e Italia tomaron la decisión de salirse del Sistema Monetario Europeo. Comenzó la tormenta monetaria y la estabilidad de las monedas europeas empezó a resquebrajarse. La peseta fue una de las más afectadas. Asistimos a tres devaluaciones en un corto período de tiempo, a pesar de la gran cantidad de nuestras reservas que fueron destinadas a evitarlas. La razón última de invertir reservas en una numantina defensa del valor de la peseta era, sencillamente, la
La realidad acabó imponiéndose. Inglaterra e Italia tomaron la decisión de salirse del Sistema Monetario Europeo. Comenzó la tormenta monetaria y la estabilidad de las monedas europeas empezó a resquebrajarse. La peseta fue una de las más afectadas. Asistimos a tres devaluaciones en un corto período de tiempo, a pesar de la gran cantidad de nuestras reservas que fueron destinadas a evitarlas. La razón última de invertir reservas en una numantina defensa del valor de la peseta era, sencillamente, la necesidad de defender el modelo teórico.
Curiosamente, en la última de las devaluaciones se hizo exactamente lo contrario: comenzar a bajar los tipos de interés. Primero se decía: «Una peseta fuerte es fundamental para nuestra economía y una devaluación es crear competitividad artificial». Cuando el mercado impuso la realidad, el razonamiento fue: «Hemos conseguido ajustar nuestra peseta a su valor real y, de esta manera, las empresas españolas ganan en competitividad». Ciertamente, a algunos nos producía rubor ver cómo se enviaban a la sociedad mensajes tan contradictorios
«Algo tendría que suceder», dije en 1991. Tres devaluaciones sucesivas, práctica ruptura del Sistema Monetario Europeo, incremento dramático de las cifras de paro, pérdida de competitividad, proceso de desertización industrial y algunas cosas más. Sucedió lo que tenía que suceder
En esa tentación de vivir por encima de nuestras posibilidades y no enfrentarnos a la dura realidad hemos caído en la economía española y, sin duda, esa política se ha visto favorecida por la internacionalización de los flujos de capital que ha hecho posible apelar con facilidad y comodidad a los recursos exteriores para financiar el déficit creciente de las Administraciones públicas. La capacidad de endeudamiento, por una parte, y, por otra, de demorar el pago de las obligaciones contraídas ha servido para prolongar una situación artificial durante unos años. El recurso a la venta de activos o al endeudamiento sistemático tiene, como es lógico, unos límites marcados por la existencia de bienes que puedan venderse y por la estimación que hagan los acreedores de la capacidad de atender el servicio de la deuda por los prestatarios; de manera que nuestra economía vive ahora bajo la vigilancia permanente de unos poseedores de activos que pueden modificar sus posiciones rápidamente y obligarnos, con sus decisiones, a afrontar los problemas que por un tiempo hemos ignorado.
los tipos de interés en España se sitúan, en 1994, en los niveles más bajos de su historia.
Otro de los aspectos básicos del modelo «interior» que preconizaba la «inteligencia ortodoxa» para conseguir esa convergencia nominal con Europa era la marginación de lo industrial. No parecía existir una verdadera preocupación por el desarrollo de una industria competitiva de base nacional.
El pensamiento oficial del Banco de España había llegado a la conclusión de que el modelo ideal a imitar, en cuanto a las funciones y estructura de balance de las entidades financieras, era el anglosajón, que propugna un completo alejamiento de la banca con respecto a toda actividad industrial.
en España no existían suficientes capitales al margen de los bancos para soportar un proceso de transformación tendente a crear un tejido industrial competitivo y de base accionarial española. Por ello, en lugar de penalizar a los bancos que asumían participaciones en empresas industriales, hubiera sido políticamente más lógico crear un mecanismo de estímulo hacia la colaboración de las entidades financieras en el proceso de reestructuración de la industria española.
España es un país sin capitales suficientes para reconducir el proceso de industrialización y, al mismo tiempo, no puede quedar convertida en una pura sociedad de servicios. Esto supuesto, es necesario contar con la banca para que de manera apropiada y sensata participe en el proyecto, salvo, claro está, que se hubiera llegado a la conclusión de que el proceso de desertización industrial era ya inevitable.
Durante estos años la mayor obsesión de los responsables del Banco de España en relación con Banesto era la venta de las empresas industriales….a extranjeros, pues ningun espanol tenia capital pada comprarlas
el caso Banesto puede convertirse en el entierro definitivo de un modo de entender el proceso de colaboración de la banca con el desarrollo industrial de un país. Como luego explicaré, Banesto ha sido adjudicado al Banco de Santander. ….En todo caso, me queda una esperanza: los ciclos históricos se agotan y es posible que algún día se enfoque el papel de la banca como coadyuvante al proceso de crecimiento económico de una nación.
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EL GRAN ERROR: CONFUNDIR PROGRESO TÉCNICO CON PROGRESO SOCIAL
Si alguien quiere diseñar un modelo de mercado, debe aplicarlo hasta sus últimas consecuencias, sin perjuicio, como inmediatamente explicaré, de los correspondientes mecanismos correctores. Lo que no se puede hacer es aplicarlo a medias y, además, interferir desde el Estado en su funcionamiento. Eso es exactamente lo que ha ocurrido en España. Por un lado, la política presupuestaria, con los altos déficits estatales y de las Administraciones públicas, provocaba que la política monetaria fijara altos tipos de interés, con lo que se causaba una revaluación artificial de la peseta. Por tanto, en este primer aspecto el Estado estaba distorsionando el funcionamiento del mercado en perjuicio, obviamente, del tejido industrial español.
Pero, además, otro mercado capital, el de trabajo, seguía estando sometido a leyes dimanadas de la dictadura. De esta manera, los empresarios, que sufrían las consecuencias de la «peseta fuerte» y su correlativo nivel de tipos de interés, no podían adaptarse a las circunstancias mediante el ajuste de plantillas. Por tanto, teníamos un mercado artificial de los tipos de interés y de la peseta y otro, igualmente artificial, del precio de la mano de obra
confundir progreso técnico con progreso social es el error que permite la politización del principio de eficiencia, una de cuyas manifestaciones sustanciales es la exaltación patológica del mercado. Mis viejas convicciones liberales me permiten afirmar dos cosas: primero, que el mercado no es perfecto; segundo, y más importante, que entre progreso técnico y progreso social no existe una relación
El pensamiento doctrinario liberal sostiene que si existiera un marco legal que obligara a todos, incluido el Estado, y, dentro de él, cada agente económico persiguiese sus propios fines individuales, el «mercado» garantizaría por sí solo un desarrollo económico armónico y satisfactorio….pero la sociedad aun no a progresado tanto para q la mano invisible del libre mercado fu cione bien.
Es claro que el mercado no puede proveer de determinados bienes públicos que son imprescindibles para que tenga sentido la idea del Estado y el concepto de civilización: la defensa, la justicia, el ordenamiento tributario, las infraestructuras… Tampoco parece realista esperar que las actuaciones puramente individuales puedan dar respuesta adecuada a los problemas de la degradación del medio ambiente o a la congestión de las grandes urbes
una asignación eficiente de los recursos puede coexistir con una distribución muy desigual de la renta y ser percibida por la sociedad como injusta. Cuando esto es así, el mecanismo del mercado puede crear tensiones sociales y políticas difícilmente soportables a largo plazo….portanto la eficiencia economica no puede ser el unico objetivo de una sociedad.
es claro que el principio de eficiencia empresarial reclama en muchos sectores empresariales españoles la reducción del coste laboral, que es tanto como decir reducción de la plantilla, puesto que el ajuste a la baja de los salarios es solo creíble a través de su mantenimiento nominal y erosión por vía de inflación. Una política de este tipo es eficiente empresarialmente hablando. Se tratará de un problema de costes: cantidades invertidas en la reducción de plantilla, versus capacidad empresarial de subsistir por mayor eficiencia futura
….aunque en un sistema socialista, la destruccion del empleo es total
es la inexistencia de una clase empresarial fuerte, capaz de poner en marcha proyectos empresariales rentables en un entorno competitivo, la que lleva al impulso del Estado, a la intervención del Estado como motor de la economía, y esta idea puede justificar la aparición de las dictaduras, puesto que, medida en términos de eficiencia, en un plano estrictamente tecnocrático, un modelo dictatorial puede resultar más «eficiente» para impulsar el desarrollo de un país, para estimular a sus empresarios, dado que se asume como punto departida q los empresarios necesitan ayuda
En España o no existió o fracasó la revolución industrial según el modelo anglosajón y este fracaso fue el que determinó el que el Estado centralista y dictatorial asumiera el papel histórico que la burguesía no quiso o no supo asumir. Por eso en España siempre se ha hablado de revolución desde arriba. Es importante constatar que nuestro país ha necesitado el trauma de dos dictaduras para producir los cambios sociales, económicos y políticos de mayor envergadura para España en este siglo XX. Existe actualmente el debate entre los historiadores acerca de si el proceso de transformación española hubiera podido llevarse a cabo sin estas dictaduras. Me parece una discusión altamente interesante porque nos permitiría volver a la idea matriz: con una clase empresarial débil, cuando no surgen suficientes iniciativas en el seno de la sociedad, se genera el caldo de cultivo propenso a la aparición de filosofías intervencionistas.
La inversión extranjera ha sido masiva en España y, además, fundamental para financiar el déficit público. Pero además de esa función de cobertura del déficit, la inversión extranjera ha jugado un papel ciertamente importante: suplir la escasez de proyectos empresariales rentables en nuestro país.
Componer una música de la calidad de las sinfonías de Mozart es mucho más difícil que provocar el ruido de una taladradora de adoquines. Sin embargo, si las hacemos sonar al mismo tiempo, el ruido de la máquina apagará la mejor de las melodías. Por ello, me parecía importante que el éxito profesional empezara a valorarse positivamente, aunque tenemos que ser conscientes de que, en estos momentos, coinciden y conviven en nuestro país dos culturas diferenciadas: la tradición autoritaria, contemplativa, estática, propia de algunas clases dominantes, y la renovación cultural que se aprecia, sobre todo, en sectores cuantitativamente importantes de la juventud española. Los primeros siguen encasillados en la defensa de estos valores que, en el fondo, no parecen ser más que un mecanismo para preservar sus propias posiciones. Los segundos comienzan a valorar y admirar el éxito derivado del esfuerzo personal
La posición de debilidad económica puede traducirse en un intento de búsqueda de la «seguridad» que proporciona el concepto clásico de Estado del Bienestar, de forma tal que era bastante lógico que entre las clases más desfavorecidas esa búsqueda de seguridad primara sobre la valoración del esfuerzo individual que implica una asunción de riesgo. Ese es el caldo de cultivo en el que han fermentado los postulados políticos de la extrema izquierda clásica.
Keynes lo expresó con toda claridad: Convertir al hombre de negocios en un especulador es asestar un golpe de gracia al capitalismo, porque destruye el equilibrio psicológico que permite la perpetuación de recompensas desiguales. Es interesante esta mención de Keynes al «equilibrio psicológico». Aunque la desigualdad es una constante de la naturaleza y, casi siempre, el fruto de una diferente aptitud de los individuos, lo cierto es que, incluso en un sistema que permita sustancialmente la igualdad de oportunidades, sigue siendo necesario un expediente que permita la justificación de la desigualdad. Quizá por ello, Keynes habla de ese necesario «equilibrio psicológico» que es, en gran medida, la premisa que permite a un sujeto aceptar que otros tengan más éxito o más bienes que él.
La escasa dimensión del mercado de capitales español hace que la banca siga siendo el principal suministrador de fondos ajenos para las empresas industriales en España. Esto proporciona una capacidad de influencia muy notable, puesto que en ocasiones la viabilidad de un proyecto empresarial nuevo o la subsistencia de alguno en marcha depende de la actitud que la banca adopte respecto a la financiación del sector industrial. Es posible que el incremento de la competencia derivada de la eliminación de trabas a la actuación de competidores extranjeros pueda variar esta situación. Podrá hacerlo en cuanto a las grandes empresas se refiere, pero no en lo que concierne a las pequeñas y medianas, respecto de las cuales las barreras no legales a la competencia bancaria siguen siendo muy poderosas.
conclusión evidente: no es posible construir un poder económico privado español si desde la banca privada española no se decide colaborar en el proyecto. Por el contrario, si alguien ostenta el dominio efectivo en el proceso de toma de decisión de la banca española, habrá controlado los resortes de ese hipotético poder económico privado. Y esto último es exactamente lo que ha ocurrido en España. El presidente del BBV, Emilio Ybarra, fue nombrado como consecuencia de un laudo dictado por Mariano Rubio [director del banco de espana], quien, además, exigió el nombramiento de una serie de personas —todas ellas altamente respetables— como miembros del Consejo de Administración de ese banco. Puede parecer insólito para un modelo de empresa «privada», pero es así.
a través del Banco de España se ha producido una cierta nacionalización de la gestión de los bancos españoles. La frase anteriormente transcrita, proveniente de un presidente de uno de los grandes bancos españoles, en el sentido de que el Banco de España no sugiere sino que manda….lo digo yo [el único presidente no nombrado directamente por el Banco de España]….la desaparicion de Banesto era por ella necesaria, pues era un símbolo que pudiera convertirse en una grieta que afectara a todo el modelo de control del Sistema.
Ciertamente la banca es una empresa privada, pero la especialidad de incardinarse en el sistema de pagos y recibir el ahorro de millones de personas reclama una tutela especial por parte del Banco de España. En páginas anteriores hemos razonado acerca del alcance y finalidad última de esa «tutela especial».
eg. la hostilidad profunda con la que El País recibió el intento de Banesto de defenderse de la opa hostil del Banco de Bilbao.. consecuencia lógica de las relaciones personales entre el Banco de Bilbao y el Grupo Prisa,
la llegada de los canales privados de tv ]el llamado «canal de pago» ]: fueron adjudicados de antemano al Grupo Prisa. Los otros dos canales tenían tres oferentes: Telecinco, de la mano de Berlusconi, a quien se le atribuían buenas relaciones con el Gobierno socialista español, precisamente por sus conexiones con el Partido Socialista Italiano; Antena 3, de la mano del editor de La Vanguardia, y el proyecto liderado por Antonio Asensio, editor del Grupo Zeta.
Canal Plus, del Grupo Prisa, tuvo entre sus aliados al grupo Santander y al Bilbao Vizcaya, además de la familia March y otros. Antonio Asensio contó para su proyecto con el apoyo de Banesto y del BCH, en aquellos momentos en conversaciones de fusión.
muchas de las empresas que frívolamente se calificaban como «joyas de la corona» eran en realidad negocios que necesitaban de una reestructuración profunda, puesto que de otra manera no resistirían la nueva situación creada a raíz del Mercado Único y la internacionalización del comercio mundial. Un caso absolutamente paradigmático era Petromed. Una refinería sin distribución ni explotación. Es decir, un negocio cuyo valor era solo su cuota parte en el monopolio de Campsa, que le proporcionaba un derecho a ser distribuidor en el mercado español. Por tanto, un negocio destinado a ser vendido a una multinacional que dispusiera de los recursos necesarios. La otra opción era, sencillamente, desaparecer.
el Grupo Prisa se había estructurado ya como un auténtico holding multimedia, con estructura de capital y de gestión unificada para los distintos medios: televisión, prensa y radio.
la estructura del sector en España hacía lógica la predicción de una tendencia a la concentración. Ello reclamaba dos cosas: primero, capitales necesarios para abordarla, puesto que las inversiones son y van a seguir siendo significativas, y segundo, aprovechar al máximo las economías de escala que pueden producirse en los elementos comunes a distintos medios de comunicación. Una cierta tendencia hacia la concentración era, por tanto, inevitable.
Las noticias que los medios de comunicación social transmiten a diario afectan al valor de las acciones, a las expectativas de recogida de capital de los mercados para financiar proyectos, a la credibilidad de las instituciones y a muchos otros aspectos más que siempre tienen, de manera directa o indirecta, una capacidad de ser traducidos en términos financieros o económicos.
estos son los «intangibles» en la inversión en medios de comunicación. osea, la capacidad de transmitir mejor los mensajes que interesaran a una empresa/Sistema
algunos llegaron a decir que la toma de participación en medios creaba una competencia desleal porque los restantes medios tenían que luchar en el mercado con el dinero de sus accionistas y los participados por la banca disponían de los recursos del banco correspondiente. Parece obvio que aceptar este argumento es tanto como negar a la banca la condición de accionista y presumir que los fondos que la banca invierte tienen menos valor que los que invierte otra persona singular o jurídica. Otra cosa distinta es que los nuevos proyectos o incluso la subsistencia en el mercado reclamen mayor utilización de capital y que la estructura accionarial de algunos medios no permita disponer de tales fondos. Este es otro asunto. Pero no solo no es una razón para que la banca no penetre en los medios de comunicación, sino precisamente el motivo que en alguna medida legitima su presencia. Lo que sí es cierto es que la presencia de Banesto [que invirtio en algunos medios de comunicacion], rompía un cierto statu quo en el sector. Eso es indudable. Pero no por ello negativo, ni para el sector, ni para la independencia de los medios, ni se trataba de ningún mecanismo creador de competencia desleal.
No me parece democrático deslegitimar a un medio porque apoye o ataque una determinada opción política, siempre que ese ataque tenga el límite de la verdad, en cuanto a hechos se refiere, porque en la opinión nadie tiene —no debería tener— el monopolio de la verdad.
el gob, con el falso argumento de la independencia de los Medios, solo trataba mantener el statu quo…..esto es por lo que fracaso mi primer intento de crear un grupo multimedia con el editor de La Vanguardia, debido a presiones del Sistema.
Algún día existirá una legislación que acelere los procesos civiles y que permita la imposición de sanciones económicas de envergadura real a quienes faltan a la verdad. Posiblemente sea la mejor de las soluciones. Es difícil, muy difícil, convivir con la crítica, sobre todo cuando se es consciente de los niveles de manipulación y de las razones que la justifican. Pero es más difícil todavía vivir sin libertad de expresión.
el diario El País y el Grupo Prisa en su conjunto forman la parte más visible del Sistema en los medios de comunicación
el Sistema no garantiza la estabilidad institucional de un país. Al contrario: la perjudica. El excesivo poder del Sistema es la razón última de la inestabilidad que afecta a instituciones básicas de España. Ese es el auténtico problema.
exaltación de la economía de mercado estaba creando un profundo abismo del que más tarde o más temprano todos íbamos a ser tributarios. La desaparición del comunismo como modelo alternativo al capitalismo no suponía, por sí sola, el triunfo de un sistema que todavía era capaz de convivir con capas de marginación muy importantes. El fracaso de una opción no implica, necesariamente, el triunfo de la opuesta….que fue monopolizada por el Sistema, asi esterilizando a la Sociedad Civil….. conviertiendose en principio y fin de todas las cosas, en un esquema de retroalimentación que crea un mecanismo de autolegitimación con pretensiones de eternidad. Ese planteamiento repugna mis convicciones más profundas sobre el Estado, la sociedad, la libertad, la iniciativa, la creatividad; en síntesis, sobre el papel del hombre en la sociedad.
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LA OPA A BANESTO
La opa hostil a banesto se interpretó por la opinión pública, a pesar de los enormes esfuerzos desplegados en dirección contraria, como una respuesta política, y no como como dijeron, para conseguir ventajas competitivas.
Lo importante es darse cuenta de que el cálculo de probabilidad formulado por el Banco de España se convierte en certeza a los efectos de describir la situación de una determinada institución financiera. Si posteriormente las estimaciones realizadas resultan incorrectas y los créditos declarados a priori incobrables consiguen realizarse en todo o en parte, el efecto producido será más beneficios de los presupuestados, pero eso es todo. Por tanto, basta con acentuar las probabilidades de que una determinada cartera de créditos no vaya a cobrarse en todo o en parte para describir una situación de desajuste patrimonial tan intensa como se quiera. Idéntica naturaleza tienen los apartados referidos al valor de empresas industriales. Es legalmente admisible en nuestro país que los funcionarios del Banco de España puedan formular estimaciones acerca de cuál es el verdadero valor de una empresa o cuál será en el futuro. Ello no tendría más trascendencia si no fuera por el hecho de que esas predicciones o estimaciones se convierten de nuevo en un instrumento para determinar la «verdadera situación patrimonial» de la institución financiera afectada. El principio del subjetivismo [EN LA LEGISLACION/REG BANCARIA ESP], no puede ser más contundente.
Por ello resulta inútil entrar en el análisis de cifras.
los funcionarios del Banco de España pueden colocar a una institución financiera en situación de déficit patrimonial solo con estimaciones, opiniones, criterios y predicciones en donde el valor de lo objetivo no es un dato necesario. Posteriormente comprobaremos el alcance y valor de «los comentarios y manifestaciones de criterio» de la Inspección del Banco de España.
auditorías externas [LOS CINCO GRANDES] NO SON un límite a esta subjetividad. La opinión del Banco de España es siempre decisiva para las empresas auditoras que operan en España. No solo porque, como decía, la norma legal consagra que la verdad contable es la opinión del Banco de España, sino porque, además, si se trata de acentuar la «prudencia» en el análisis patrimonial de una entidad, el auditor siempre se sentirá más confortable cuanto mayor sea esa «prudencia», y si resulta que su origen es el propio Banco de España, tanto mejor.
la intervención de Banesto se justifica sobre la base de que el banco había perdido su capital y reservas, que es equivalente a sostener que el valor real de la entidad era igual a cero…..PERO…..después de la compra efectuada por el Banco de Santander, el mercado valora cada acción de Banesto en 1200 pesetas, lo que significa atribuir al banco un valor total cercano a los 800 000 millones de pesetas… Como vemos, las «estimaciones» del Banco de España pueden ser ciertamente equivocadas.
Banesto, y más concretamente su presidente, había pasado desde la posición de independencia respecto del Sistema a la pura y dura enemistad política. Los motivos del tránsito eran dos: el escándalo Ibercorp y la decisión de Banesto de invertir en medios de comunicación social.
Lo cierto es que el mismo día en que iba a comunicar oficialmente nuestra respuesta negativa sobre la posible compra del banco Ibercorp, el diario El Mundo desató el escándalo acerca de determinadas operaciones bursátiles efectuadas por el gobernador. No solo es cierto que no tuvimos nada que ver con ese asunto, sino que incluso traté de ayudar al gobernador en lo posible
una llamada urgente de Mariano Rubio me hizo presentarme en su casa. El tema era claro: Mariano entendía que era necesario que alguien comprara Ibercorp para evitar lo que él calificaba de «tremendas consecuencias políticas» que se derivarían del hecho de que el asunto no se arreglara. Por ello me presionó para que Banesto fuera el comprador, indicándome que en ningún caso perdería dinero y que era algo muy importante para él. Yo tenía clarísimo que Banesto no podía mezclarse en esta historia y, mucho menos, comprar Ibercorp, pero no le quise responder en ese momento. Me entregó un informe de la Inspección que, evidentemente, no es nada favorable, por la serie de irregularidades que
tenemos que reducir quantitativamente al estado, e incrementarly cualitativamente [ pues el estado emerge para servir al pueblo, no al reves: por ello son los politicos los que deberian estar subordinados a los empresarios.
debemos limitar los poderes del estado. Debemos definir y limitar el alcance y funciones del Estado., pues el Estado crea grandes distorsiones a CLP, ALP, ILP, Hrlp……gradualmente se impone el Despotismo Electivo, del que nos advirtion Jefferson [uno de los padres de la constitucion de usa]….el Parlamento, que se creo para controlar el poder politico, se ha ido imponiendo como legitimador de decisiones tomadas por otros [no parlamentarios]…..en espana, justificaban la necesidad de un estado fuerte, basandose en el p.de eficiencia, que tiene una semilla totalitaria dentro de el…porque la autentica eficiencia es la libertad real del Pueblo [eg libertad de mercado etc]….Puesto que la eficiencia a que se refieren afecta la autentica eficiencia, tal falsa eficiencia es antidemocratica [eg socialismo]
ya no hay clases sociales fijas….. pues el poder lo tiene una nueva clase social: los politicos. en un sistema partitoria? , no tenemos democracia….pero, ademas, es que ni siquera la eficiencia falsa se ha conseguido… El sistema de poder disenado en espana, favorece la aparicion de corrupcion, anticomps etc..y sofoca la producion de riqueza/ew/wpi, mientras que los prometidos wpis no se materializan a medio y largo plazo, sino que empeoran…
la sociedad civil debe ser la portadora o al menos, colaboradora directa y controladora constante, del poder politico.
necesitamos reformas legales/constit estructurales, para garantizar que la democracia, siendo una de partidos [partiti…], lo sea tambien de la sociedad civil [ciudadanos]….como? haciendoles participes de la toma de toda decision publica…solo asi se conseguiran los WPIs…. ante todo es necesario recuperar las instits de la sociedad civil, para que vuelvan a asumir el papel que tenian originalmente : academias, colegios profesionales, orgs.empresariales, asoc.ciudadanas, etc [que hoy han sido monopolizadas para sacar rentas y pactar anticomp.uas. …osea, hoy se han convertido en parte del Estado…en sus satelites.
tambien hay que reestructurar la Constit/tradados de la EU
judicializar la politica no es positivo [eg caso puigdemont]…pero politizar el poder judicial [eg invasion del psoe al TC] es mucho mas negativo.